tag:blogger.com,1999:blog-72669339380478888292024-02-22T07:54:41.394-08:00Ayuda psicológica en el centro de Madrid<b>Quiero difundir información relacionada con mi profesión.<br>
Para consultar conmigo me puedes llamar al 657716882<br>
o contactar en psicocespina@yahoo.es</b>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/18267373318407123754noreply@blogger.comBlogger7125tag:blogger.com,1999:blog-7266933938047888829.post-6615910979312553422015-09-21T03:37:00.000-07:002015-09-21T03:37:33.848-07:00<!--[if gte mso 9]><xml>
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<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; mso-ansi-language: ES-TRAD;">LA PÉRDIDA DE
LA PAREJA. EL DUELO NECESARIO</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; mso-ansi-language: ES-TRAD;">La pérdida de
la pareja es la primera causa de estrés conocida. En nuestro medio cultural,
estamos acostumbrados a no ver la muerte como un acontecimiento que acompaña a
la vida. Se nos inculca la creencia que la muerte es algo que no nos va a
afectar a nosotros mismos, y, por extensión, a los que amamos. Esta creencia
cala nuestro inconsciente, y desde ahí, nos susurra que somos invulnerables,
inmortales, que siempre se muere el otro, nunca el propio yo. Esto que es,
claramente, un ejemplo de apartamiento de aquello que no nos gusta, está
vividamente grabado en nuestra mente, y desde ella, ejerce su influencia. Está
claro, pues, que sintiendo de esa manera, alejamos mágicamente uno de los
extremos del binomio vida-muerte, sin que por ello éste desaparezca. Nos causa
un especial rechazo que algo, tan destructor, forme parte de la vida que
queremos. Nos resistimos, en suma, a aceptar nuestra finitud. Es, según dice
Irvin Yalon, como intentar mirar el sol, nadie lo contempla de frente, si no es
por un fugaz instante.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; mso-ansi-language: ES-TRAD;">A lo dicho
hasta ahora, que es válido para todos, habremos de sumar la circunstancia
agravante de la desaparición de nuestra pareja, de nuestro compañero de vida,
Normalmente, esta pérdida sucede tras una convivencia de muchos años, donde se
ha formado un sólido vinculo que se desvanece bien sea por accidente o por
enfermedad. Si ha habido tiempo, nos habremos podido ir representando el final
temido. La expresión “falleció tras una larga y penosa enfermedad” sirve, o
debe servir, para ir entrando en la difícil noción de que esa vida que amamos,
está tocando a su fin.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; mso-ansi-language: ES-TRAD;">La pregunta
que cabe hacerse ahora es, cómo se puede afrontar una herida de estas
dimensiones y, además, seguir viviendo de forma aceptable. Para la respuesta,
viene a nuestro auxilio el modelo de cinco fases que la Dra. Kubler Ross trazó
para explicar el proceso de morir. He de advertir que, este modelo es también
válido para el acompañante del que va a morir, sólo que sin el desenlace final.
El primer momento que denomina de “negación-aislamiento”, cumple la función de
suprimir la realidad que amenaza. Se dan<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>pensamientos del tipo “esto tiene remedio si no es aquí, será en Estados
Unidos”; “los médicos están equivocados”; “juntos podremos vencer la
situación”, etc. A esta fase, le sigue la de ira<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>que se proyecta en todas las direcciones y contra todas las
personas que tienen algo que ver con el mundo del enfermo. Aparecen
sentimientos de irritabilidad, el no poder dormir, el desasosiego, la rabia
irracional, en suma. A continuación, viene la fase de pacto-negociación, dado
que las anteriores no han conseguido revertir el proceso, el enfermo pide a
Dios, amablemente, si es creyente, una demora, a cambio de ser mejor persona.
En la cuarta fase, o de depresión, la noción de pérdida de la vida acaba por
imponerse. Es un tipo de pena preparatoria ante la certeza de abandonar lo que
aún se posee. La verbalización de ese dolor ha de tener un lugar prioritario en
la comunicación, pues para el paciente es el tema que más le interesa en esos
momentos. Por último, la fase de aceptación sobreviene cuando se ha dejado de
luchar y lo único que se desea es partir en paz y sin dolor. Es el<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>momento del lenguaje no verbal de los
gestos, coger de la mano, aguantar el silencio y otorgar el permiso para salir.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Este modelo
pretende dibujar el itinerario que se ha de recorrer, en su totalidad, si se ha
de comprender y empezar a superar el proceso de morir de nuestra pareja. Es,
como cabe pensar, la situación ideal, que en muchas ocasiones no se da, y lleva
aparejada, como consecuencia, la prolongación del duelo en el tiempo. Desde la
perspectiva del cónyuge superviviente, lo primero que ha de hacer, cuando la
etapa de shock emocional haya amainado, es reconocer la pérdida (viudedad). La
pareja ya no está y comienza una nueva vida en soledad, temporal, que ha de
permitir experimentarse de nuevo en singular. Bien es verdad, que los recuerdos
y el acervo de experiencias vividas, vienen a sustituir, de alguna manera, la
presencia física perdida. Esta fase, tiene una duración variable según sea la
persona que la protagoniza y las tareas del duelo nunca van a tener una
duración standarizada. Es algo estrictamente personal, y debe acabar por
superarse, tras un periodo de tiempo razonable. El proceso de dasapego debe
sustituir, paulatinamente, a aquel otro en que los cónyuges aparecían
fusionados y siendo “una sola carne”. No se me oculta que esta tarea, que
parece fácil en el papel, lo sea también en la realidad, pero ha de hacerse.
Por último, habrá que dar un sentido constructivo a la pérdida, para vivirla
como una transformación personal. Ser capaz de seguir con el oficio de vivir,
de manera digna, debe ser el final deseable para todo aquel que ha perdido a su
pareja.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span></div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/18267373318407123754noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-7266933938047888829.post-19114010981710996482015-07-06T11:15:00.000-07:002015-07-06T11:20:35.535-07:00<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; mso-ansi-language: ES-TRAD;">¿CUÁNDO BUSCAR AYUDA PSICOLÓGICA?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; mso-ansi-language: ES-TRAD;">En repetidas ocasiones se me ha preguntado cuándo una persona debe
buscar ayuda profesional para si misma. En realidad, he de decir que, no hay
una “respuesta tipo” que sea válida para todos. En buena ley, sería justo decir
que depende de la situación en la que se encuentre. Pero, en un esfuerzo por
hallar un factor común que pueda ser una guía ilustrativa, yo diría que hay un
signo para ponerse a buscar ayuda, y este es el exceso. Me explicaré. Cuándo
algo a lo que llamamos manía, preocupación, situación conflictiva, problemas
con la gente, insomnio, desazón, etc., está expresada de forma demasiado
frecuente y general, es una señal que debe ponernos en guardia. Hay un “algo”
que no nos permite estar bien, que nos impide estar en paz y que nos roba el sosiego deseable para
llevar la vida “normal”, esa que suponemos que tienen los demás.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; mso-ansi-language: ES-TRAD;"> Lo propio frente a este
tipo de situaciones es acudir a la gente allegada en busca de consejo. Recurrir
a la familia, o a los amigos de confianza, es la respuesta más frecuente que se
da cuándo uno siente que no está bien. Y está bien que así sea. Pero, en
demasiadas ocasiones, estas mismas personas nos van a decir que, buscar ayuda
profesional es una tontería o una pérdida de dinero. Que de los problemas se
sale por uno mismo, y sólo hay que proponerselo en serio. Además, parece que ir
al psicólogo supone aceptar que uno está mal de la cabeza, y ponerse en
tratamiento sólo va a confirmar esa sospecha.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; mso-ansi-language: ES-TRAD;"> Como se ve claramente, hay
un sinnúmero de presuntas razones para no hacer nada y seguir aguantando,
perpetuando así el sufrimiento. No hacer nada, o postergar los posibles
remedios para más adelante, no contribuye en nada a solucionar el problema. Lo
que sí se consigue, sin duda, es
encallecer la situación y hacer más duro y penoso el camino de la recuperación.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; mso-ansi-language: ES-TRAD;"> Tener problemas en la
vida, es normal. La vida es agonía, decían los griegos, o sea, lucha en
castellano, y que cada uno somos los protagonistas –los primeros luchadores- de
nuestra propia vida. Esto, que debe ser aceptado por todos, no nos debe impedir
ver que para algunas situaciones, no tenemos la solución en nuestras manos.
Reconocer, pues, que uno necesita ayuda, en determinado momentos, no es nada
vergonzoso y, muy al contrario, la
respuesta más sensata.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; mso-ansi-language: ES-TRAD;"> Voy a tratar de
caracterizar algunos de los desórdenes emocionales más frecuentes, a fin de que el lector tenga una noción
clara de cuándo se debe consultar al psicólogo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; mso-ansi-language: ES-TRAD;">1)<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt; font-stretch: normal;">
</span></span><!--[endif]--><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Ansiedad. Es el síntoma más frecuente que impulsa a buscar ayuda.
Tiene manifestaciones muy llamativas del tipo de miedo, temblor en las manos,
sudoración, palpitaciones, sentirse amenazado por males reales o desconocidos,
etc. etc. Se desencadena ante estímulos que sólo siente la persona ansiosa,
pero, aunque son subjetivos , su vivenciación resulta muy desagradable.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; mso-ansi-language: ES-TRAD;">2)<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt; font-stretch: normal;">
</span></span><!--[endif]--><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Fobias. Constituyen un elenco de miedos particulares: a la gente, a
las alturas, a los animales, a los insectos, etc. Normalmente, son
desplazamientos de deseos personales, poco aceptables, hacia objetos- símbolo
más tolerables para el sujeto.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; mso-ansi-language: ES-TRAD;">3)<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt; font-stretch: normal;">
</span></span><!--[endif]--><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; mso-ansi-language: ES-TRAD;">La depresión. Es lo que se siente como una pena intensa que impide a la persona desempeñar su vida
normalmente. Fallan la autoestima y la percepción de los aspectos
positivos de la vida y del mundo. La agresividad está vuelta contra el sujeto,
y de ahí proviene su auto-desprecio. En el fondo, la persona se siente indigna
de experimentar una vida plena.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; mso-ansi-language: ES-TRAD;">4)<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt; font-stretch: normal;">
</span></span><!--[endif]--><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Obsesiones. Son ideas, no deseadas, que se imponen a la conciencia del
sujeto y que generan una intensa angustia. Las más frecuentes son de tema
higiénico (gérmenes), moral (estar en pecado) y también de duda (imposibilidad
de escoger entre alternativas). <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; mso-ansi-language: ES-TRAD;">5)<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt; font-stretch: normal;">
</span></span><!--[endif]--><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Hipocondría. Aquí la persona pretende hacer creer, y cree ella misma,
que tiene alguna enfermedad física que ningún médico le sabe diagnosticar. Lo
que ignora es que esos problemas físicos son la expresión de problemas
emocionales que, al no ser conocidos y tratados, se somatizan (se convierten en
físicos).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 18.0pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Como se verá por lo dicho
hasta aquí, tanto los problemas enumerados como los que quedan sin mencionar,
son perfectamente conocidos y tratables. No hay que olvidar que en el mundo se
dedican millones de horas de psicoterapia, de todos los días, a tratar de
ayudar a las personas que se sienten
desgraciadas. Quiero finalizar diciendo que, cuando la realidad se
vuelve insoportable, siempre hay una o varias soluciones a nuestro alcance para
remontar la situación, tan solo hay que permitir que nos ayuden.<o:p></o:p></span></div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/18267373318407123754noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7266933938047888829.post-44028315532078029012015-05-07T05:10:00.000-07:002015-05-07T05:17:24.880-07:00Ayuda Mutua y Envejecimiento Activo<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Quiero comenzar este artículo recordando lo que la Humanidad debe al ejercicio de la
Ayuda Mutua entre las personas. Para empezar se puede afirmar que, el progreso
humano se fundamenta en la A.M en el sentido más amplio. La mayor parte de los
logros que han proporcionado continuidad , y a la postre historia, a los
hombres se basan en la reciprocidad de favores y servicios. No obstante, más
recientemente, la A.M. como movimiento,
ha cogido una renovada fuerza gracias a la difusión del voluntariado
social entre nosotros. En una época como la actual, donde los medios virtuales
para encontrar a los demás son tan abundantes, han reverdecido las dos
actitudes de fraternidad más antiguas que se conocen. Y hemos de alegrarnos de
que sea así, pues nos permite que en el
último tercio de la vida, donde el tiempo libre está más presente, podamos
ejercer ambas de manera más generosa.</span><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"></span><br />
<a name='more'></a><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Es de todos conocido que, cuando hay problemas, y la vida está
plagada de ellos, la práctica de la AM. es un poderoso recurso que nos acerca a
su solución. Poder acudir a nuestros iguales en busca de auxilio, o simplemente
de encuentro, para que nos ayuden a pensar, sigue siendo una sana costumbre. Y
es que de los amigos, los familiares y otros allegados, a diferencia de los
profesionales, nos viene esa clase de apoyo global que más nos puede ayudar.
Acude a mi memoria ahora, la frecuente situación que se da entre los ya
jubilados de un diagnóstico no favorable
de salud. Frente a esa contingencia, donde prima el desconcierto del afectado ,
el otro conocido, que en muchas ocasiones está o ha estado en la misma
circunstancia, nos va a proporcionar esa clase de ayuda que va más allá del
consejo piadoso. Estoy hablando de esos pequeños, y también grandes, gestos de
ayuda desinteresada que suponen la compañía, el contacto físico, la palabra
oportuna, el calor humano, en suma.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Hoy, cuando todos recomiendan las bondades del Envejecimiento
Activo, se olvida que la AM. proporciona una auténtica cantera de actividades y
beneficios psicológicos para quien los
presta. Frente a una situación problemática, cualquiera que esta sea, está la
opción de enfrentarla contando con los otros o en soledad. Está claro que la
fuerza que proporciona ser más que uno, va a ser decisiva en muchas ocasiones
para salir airoso de las pruebas a que nos vemos sometidos. Esa es la principal
divisa de la AM.: hoy por mi, mañana por ti. Recurrir a los otros como aliados,
o brindar nuestra ayuda, es una de las mejores medicinas que conocemos para
sentirnos mejor y más capaces. Muchas veces será necesario sobreponerse a los
propios pudores y prejuicios, que nos impiden acceder a los demás. Es difícil
que la demanda sincera de auxilio no valla a va a ser respondida por alguien,
ya sea conocido o no. La retribución
que obtiene el que ayuda es haber sido útil en el momento preciso, y constituye
un poderoso acicate para la acción.</span></div>
<br />
<div class="MsoBodyText" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lo dicho
hasta ahora, es válido tanto a nivel individual como colectivo. Los grupos de
AM, de los que existen numerosos ejemplos, suponen la prestación de ayuda entre
personas afectadas por un mismo problema. Es en el campo de la salud
–enfermedades crónicas- donde tienen mayor visibilidad este tipo de grupos,
aunque no solo. La práctica del mutualismo refuerza el tejido comunitario y
mejora la convivencia interpersonal en todos los ámbitos. La AM. es el ejemplo que mejor muestra la
sociabilidad del ser humano, de forma práctica. Si hay algo que es evidente por
sí solo es que, el mundo de los seres
humanos lo constituye el conjunto de los otros seres humanos. De modo que
practicando la AM., estamos mejorando nuestra humanidad y creciendo como
personas, además de ayudar a otros en esa misma dirección. Concluyo, pues,
invitando a todos desde aquí a cultivar la AM para hacer de este planeta un
lugar más habitable.</span></span></div>
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<div style="height: 0; overflow: hidden; padding: 66.666667% 0 0 0; position: relative; width: 100%;">
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<div style="margin: 0;">
</div>
<div style="margin: 0 0 0 10px; padding: 0; text-align: left;">
<a href="http://www.gettyimages.com/detail/157859739" style="border: none; color: #a7a7a7; display: inline-block; font-weight: normal !important; text-decoration: none;" target="_blank">View image</a> | <a href="http://www.gettyimages.com/" style="border: none; color: #a7a7a7; display: inline-block; font-weight: normal !important; text-decoration: none;" target="_blank">gettyimages.com</a></div>
</div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/18267373318407123754noreply@blogger.com0Centro, Madrid, Madrid, España40.4115165 -3.707644500000014940.3873385 -3.747985000000015 40.4356945 -3.6673040000000148tag:blogger.com,1999:blog-7266933938047888829.post-89928502624967410032014-03-17T05:59:00.000-07:002014-03-17T05:59:51.959-07:00Psicólogo Carlos Espina CillánMi presentación...<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.youtube.com/embed/SVvz-K01cu4?feature=player_embedded' frameborder='0'></iframe></div>
<br />
Un saludo.Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/18267373318407123754noreply@blogger.com0Madrid, España40.4167754 -3.703790199999957640.0300424 -4.3492371999999575 40.8035084 -3.0583431999999577tag:blogger.com,1999:blog-7266933938047888829.post-35098077040037536472014-02-26T04:30:00.000-08:002014-04-08T05:23:36.282-07:00El pensamiento mágico<div class="MsoNormal" style="background: white; mso-layout-grid-align: none;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjjGTDyOoleCuRSMV3sJP3UH_e4ZIRsWtvPqUch4eIiRxU8w57E5Ijbp20_FUSyxaIiQre28NF_iAPIHc_Mlpp4UUxtKpug6mH2fqZm28sqPpny_B0YrunAEWf8eBmeFv_I-Ws-KklP-rY/s1600/terraza+001.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjjGTDyOoleCuRSMV3sJP3UH_e4ZIRsWtvPqUch4eIiRxU8w57E5Ijbp20_FUSyxaIiQre28NF_iAPIHc_Mlpp4UUxtKpug6mH2fqZm28sqPpny_B0YrunAEWf8eBmeFv_I-Ws-KklP-rY/s1600/terraza+001.jpg" height="112" width="200" /></a></div>
<span style="font-family: Arial;">I</span><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial;">gnoro
si existen estadísticas sobre el monto total de dinero que se invierte en los
países civilizados en adivinar el porvenir, comprar talismanes, quitarse
aojamientos, jugar a la lotería, pagar misas, o sea, en consumir magia. Intuyo
que mucho. Lo que cuesten estas prácticas es lo de menos, pues al dinero cada
cual le da el uso que considera adecuado. Más me llama la atención que esta
necesidad se dé, precisamente, en aquellos países considerados más civilizados y
entre gentes que se declaran no supersticiosas...</span><br />
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial;"><br /></span>
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial;"></span>
<br />
<a name='more'></a><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; mso-layout-grid-align: none;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial;">Si
proliferan las tiendas esotéricas, con su multitud de artículos, si en la TV
tienen puesto fijo los adivinadores, y si muchos compran el horóscopo a
principios de año, es porque hay gente que cree en ello. Pero, quién cree en
estas cosas, cómo es la persona que necesita de todo este folclore para vivir en
paz. En realidad cualquiera que sienta preocupación o ansiedad, o más
claramente, miedo. Por definición, la ansiedad es la emoción que acompaña al
hombre desde que nace hasta que muere. A diferencia del miedo que se siente ante
un incendio, la ansiedad no tiene una causa tan clara, es más bien, la vivencia
de sentirse amenazado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; mso-layout-grid-align: none;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial;">Parece
claro que, el momento en que el ser humano se puede sentir más a menudo en
peligro, es la niñez. El nacer tan inmaduro y dependiente de otros para todo,
hace del niño el ser más vulnerable a toda clase de temores. Se puede decir que
este estado de indefensión «natural» condiciona su paulatina entrada en el
mundo, y forma carácter. De esta manera, las situaciones de impotencia que el
adulto registre en el futuro, evocarán la primitiva situación infantil de
desvalimiento. Ejemplos de lo dicho son, en el niño, cuando ante los peligros
que cree pueblan la oscuridad, opta por meterse bajo las sábanas; y en el
adulto, cuando decide seguir los consejos de una</span><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; mso-bidi-font-family: 'Times New Roman';">
</span><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial;">pitonisa
ante una decisión que le inquieta.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; mso-layout-grid-align: none;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial;">A
este modo de operar tan poco realista e ineficaz, es a lo que se llama
«pensamiento mágico» y constituye un residuo de la infancia que convive con el
adulto racional y lógico. Sirve en numerosas ocasiones para aligerar el peso de
la conciencia, o para atribuir a otros, o a los astros, la responsabilidad en la
conducción de la propia vida. Al ser humano le ha resultado siempre más
económico, psicológicamente hablando, «echar la culpa al empedrado», que aceptar
que el destino es lo que se hace y lo que se deja de hacer. Hay que recordar
aquí el enorme juego que ha dado la figura del demonio en la religión católica,
atribuyendo a sus tentaciones, los impulsos negativos que todos tenemos: maldad,
crueldad, etcétera.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; mso-layout-grid-align: none;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial;">Más
de algún generoso lector que haya llegado hasta esta línea, se estará
preguntando qué tiene que ver esto del pensamiento mágico con la enfermedad de
Alzheimer. Me explicaré. El cuidador de un familiar de estas características,
incurre, sin él pensarlo conscientemente, en el uso de este tipo de pensamiento
primitivo. Cuando piensa que él, con su dedicación constante, privándose incluso
del descanso necesario, va a evitar a su familiar la progresión de la
enfermedad, está permitiendo el pensamiento mágico. Guando se siente culpable
por aceptar una invitación a apartarse por unos momentos del lado de su cónyuge
o padre, está permitiendo el pensamiento mágico. Cuando se resiste, contra todo
consejo de otros a tomar la decisión de aceptar ayuda ajena, ya sea en forma de
cuidadores diferentes de él mismo, utilizar centros de día e incluso
residencias, está permitiendo el ejercicio del pensamiento mágico. Cuando
considera que el tiempo que invierte en tomar su propia medicina, esto es,
acudir al encuentro de otros en su misma</span><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; mso-bidi-font-family: 'Times New Roman';">
</span><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial;">situación,
es un despilfarro, está permitiendo el ejercicio del pensamiento mágico. Podría
continuar describiendo un buen número de situaciones cotidianas en las que
incurre el cuidador lleno de buena fe, aunque AUTOENGAÑÁNDOSE, pero no lo voy a
hacer.</span><span style="font-family: Arial; mso-bidi-font-family: 'Times New Roman';"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; mso-layout-grid-align: none;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial;">Quiero
decir para concluir que, en el ser humano perviven contra su voluntad, poderosas
tendencias irracionales —infantiles— que en nada le ayudan a un desenvolvimiento
eficaz y adulto. Que cuando está sometido, de forma permanente, a una situación
de ansiedad difusa como la que representa el cuidado de un enfermo de Alzheimer,
sus cualidades más sanas pueden entrar en crisis, tomando el relevo aquellas
otras más regresivas y perjudiciales. Un mensaje final para el que ha llegado
hasta aquí: si está de acuerdo con lo dicho, si ha tomado conciencia de que
alguna de las descritas es su situación, ya no puede continuar con las antiguas
soluciones. A partir de ahora, ha de llevar a la acción, o sea, a su práctica
diaria, estas nuevas ideas. Sólo de esta manera podrá convertirse en un mejor
cuidador de un enfermo de Alzheimer.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; mso-layout-grid-align: none;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial;">Carlos
Espina</span><span style="font-family: Arial; mso-bidi-font-family: 'Times New Roman';"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; mso-layout-grid-align: none;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial;">Psicólogo<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="background: white; mso-layout-grid-align: none;">
<span lang="EN-GB" style="font-family: Arial;">Rev.
Alzheimer (AFAL)<o:p></o:p> Nº 14 Junio 1999</span><span lang="EN-GB" style="font-family: Arial; font-weight: bold;"><o:p></o:p></span></div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/18267373318407123754noreply@blogger.com0Madrid, España40.4167754 -3.703790199999957640.0300424 -4.3492371999999575 40.8035084 -3.0583431999999577tag:blogger.com,1999:blog-7266933938047888829.post-39081486183986097582014-02-26T04:20:00.000-08:002014-04-08T05:20:31.405-07:00La decisión de cuidar <div class="MsoNormal" style="background: white; mso-layout-grid-align: none;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjSthEHs58jcO7JZm6sJwLkR-fh977KftjtYJvU3drm_5Rry2OmEMtgVlOqa9r5Bj-ufep6h1KKXnbOJ_eV1Dsoj2rLOpD-xeIur0L3YvsyvCn6xV6flvVgINef2Li4qjrDus1tEOb-2hM/s1600/terraza+013.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjSthEHs58jcO7JZm6sJwLkR-fh977KftjtYJvU3drm_5Rry2OmEMtgVlOqa9r5Bj-ufep6h1KKXnbOJ_eV1Dsoj2rLOpD-xeIur0L3YvsyvCn6xV6flvVgINef2Li4qjrDus1tEOb-2hM/s1600/terraza+013.jpg" height="200" width="112" /></a></div>
<span style="color: black;"><span lang="ES-TRAD" style="color: #2a4a62; font-size: 18pt; mso-ansi-language: ES-TRAD;"></span><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial;">LA
comunicación de un diagnóstico de Enfermedad de Alzheimer (EA), hace
experimentar al familiar del enfermo —ya él mismo si es aún consciente— una
serie de reacciones que tienen que ver con la ansiedad. Escuchar que se las va a
ver con una enfermedad que afecta las cualidades tenidas por «superiores», que
tiene un ritmo progresivo e incapacitante, sin remedio causal en la actualidad y
con un pronóstico fatal, sume al familiar en un choque emocional que le va a
costar tiempo superar. En ese momento es cuando se toma conciencia,
abruptamente, de que no todas las enfermedades crónicas son iguales. Que las que
afectan «la cabeza», portan una señal que las diferencia —para peor— de aquellas
otras que interesan órganos menos valorados o más ocultos. La resonancia
emocional será, en consecuencia, muy diferente en un caso u
otro...<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="color: black;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial;"></span></span><br />
<a name='more'></a><span style="color: black;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; mso-layout-grid-align: none;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: Arial; mso-bidi-font-family: 'Times New Roman';"><o:p> </o:p></span><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial;">Ante
un panorama como el descrito, y aún sin digerir la noticia, el acompañante,
hijo o cónyuge generalmente, no se plantea si va a cuidar o no de su pariente,
simplemente se apresta a la tarea sin más. Es una decisión casi automática, que
nadie, o muy pocos, se plantea en toda su amplitud desde el principio. Que
apenas se reflexiona con el CONJUNTO de la familia. Que se toma sin medir las
fuerzas propias, y las que se puedan conseguir. Y sobre todo, y lo más
importante, sin preguntar por dónde va el propio deseo, la disposición personal
para cuidar o no. Es, en suma, una decisión que se toma, casi siempre, impulsado
por sentimientos de protección, de gratitud, de reparación, de obligación, por
sentido del deber y otros tantos. Y, además, la toma una sola persona,
generalmente la «asignada» por el resto de la familia para esta clase de
menesteres.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; mso-layout-grid-align: none;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: Arial; mso-bidi-font-family: 'Times New Roman';"><o:p> </o:p></span><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial;">No
obstante, aceptar un desafío que va a comprometer la propia vida por un número
indeterminado de años, que pone en contacto con una de las ansiedades más
temidas por la Humanidad —la pérdida de juicio— que va a generar problemas en la
familia, en el trabajo, en el medio social circundante, no debería tomarse NUNCA
bajo la coacción de la circunstancia. Hay que recordar ahora que la emoción
embarga y arrolla el pensamiento, que en ciertas ocasiones se muestra débil. Y
es que el sentimiento también debe ser administrado juiciosamente. Hay que decir
claramente que, nadie, ni el mismo Dios del creyente, ni nada —cualquier
ideología o filosofía— obliga al sacrificio extremo, al heroísmo en el cuidar o
a intentar cambiar la vida del cuidador por la del enfermo. Que tanto el que
decide cuidar, como el que rechaza hacerlo, deben tomar una decisión libre y
fundamentada en su interior, asumida.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="color: black;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial;"><o:p> </o:p>No
es mejor cuidador el que más horas dedica a su enfermo, descuidando otros
legítimos intereses; ni el que menos horas duerme para estar siempre alerta; ni
más amoroso el que deja su trabajo por atender de forma exclusiva. Muchos
cuidadores los son de una manera poco calibrada, demasiado visceral, pensando
que hacerlo así es la mejor manera de actuar, y pretendiendo aguantar, muchas veces
en solitario, el prolongado esfuerzo que hay que
hacer.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; mso-layout-grid-align: none;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: Arial; mso-bidi-font-family: 'Times New Roman';"><o:p> </o:p></span><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial;">Durante
los años que llevo prestando servicios en AFAL, he asistido a un número
considerable de cuidadores de familiares. Puedo afirmar que he visto muchas de
las posibles respuestas que se pueden dar en la situación de cuidar. Y me ha
llamado la atención lo frecuente que es, encontrar al cuidador atado a una
situación que ya no controla. Que a fuerza de apretar los dientes, y tirar para
adelante, está poniendo en riesgo su equilibrio personal y el de quienes le
rodean. Que en muchas ocasiones, y debido a la enorme carga, «pierde los
nervios»y maltrata a su enfermo, ya sea física o psíquicamente, o arremete
contra la pareja, hijos o amigos. Es, en suma, la imagen de un cuidador
extenuado, que por seguir siendo fiel a la decisión que tornó en su día, ha
agotado su resistencia y ya no es el cuidador que le gustaría
ser.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoBodyText">
<span style="color: black;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: 'Times New Roman';">Quisiera
ilustrar mis palabras con un ejemplo de la tradición oral hebrea, que viene
ahora a mi memoria. La historia habla de un pájaro que traslada a sus hijos, uno
a uno, a un lugar más seguro, a causa de un temporal. Coge al primero entre sus
garras, y en la mitad de la tempestad le dice: «Mira, hijo, como arriesgo mi
vida por ti ¿Cuándo crezcas harás lo mismo por mí y me cuidaras en la vejez? El
polluelo le respondió: "Ponme a salvo y cuando seas viejo, haré lo que me
pidas". El padre al escuchar aquello, abrió sus garras y lo dejó caer al mar
diciendo: "Eso les pasa a los mentirosos como tú". Repitió la</span><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; mso-bidi-font-family: 'Times New Roman';">
</span><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: 'Times New Roman';">misma
operación con la segunda cría y obtuvo idéntico resultado, por lo que también la
dejo caer. Por último cogió la tercera cría y le volvió a hacer la misma
pregunta, a lo que ésta respondió: "Veo, padre, cómo te arriesgas por mí y haría
mal en no cuidarte cuando seas viejo, pero no puedo hacerte promesas que me
ATEN. Puedo prometerte que, cuando crezca y tenga hijos, haré por ellos todo lo
que tú has hecho por mí". Ante esta respuesta, el padre dijo: "Hablas con
acierto y por ello te pondré a
salvo"».<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; mso-layout-grid-align: none;">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="background: white; mso-layout-grid-align: none;">
<span style="color: black;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial;">Creo
que la fábula se explica por si sola y sirve para ilustrar el caso de las
obligaciones de los hijos para con los padres. Nos habla del esfuerzo razonable
y, sobre todo, de aquél que no impide la realización del propio proyecto vital.
Para terminar, solo voy a recordar aquello que ya decían los griegos clásicos, y
que viene a confirmar lo anterior: «LA MEDIDA (en todos los asuntos humanos) ES
LO MAS BELLO».</span><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-family: 'Times New Roman';"><o:p></o:p></span></span><br />
<span style="color: black;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial;"><br /></span></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="background: white; mso-layout-grid-align: none;">
<span style="color: #004000;"><span style="font-family: Arial;">Rev. AFAL
<o:p></o:p>Nº 19 Sept. 2000<b><o:p></o:p></b></span></span></div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/18267373318407123754noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7266933938047888829.post-50335006628204523762014-02-25T10:03:00.001-08:002014-04-08T05:29:03.954-07:00Bienvenido a mi blog<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEisb9lAZdt2KvXqg6TMBkZ0BdmY9pyAr2gHehjlCOGdO0xebPH30dDcvh71OipIlbkuHtzNQWAK7XJ-SteuirwUOjYMWxrlAKYM9EbpLB_khdpt-jBKZS9zPHtZMFfZLsZXHpmGc-23er0/s1600/terraza+003.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEisb9lAZdt2KvXqg6TMBkZ0BdmY9pyAr2gHehjlCOGdO0xebPH30dDcvh71OipIlbkuHtzNQWAK7XJ-SteuirwUOjYMWxrlAKYM9EbpLB_khdpt-jBKZS9zPHtZMFfZLsZXHpmGc-23er0/s1600/terraza+003.jpg" height="112" width="200" /></a></div>
Con este blog pretendo ayudar a la gente que está aquejada de problemas vitales que no acierta a resolver por si misma. Cuento con una amplia experiencia profesional que pongo a tu disposición para que resuelvas cualquier situación crítica.Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/18267373318407123754noreply@blogger.com0