Quiero comenzar este artículo recordando lo que la Humanidad debe al ejercicio de la
Ayuda Mutua entre las personas. Para empezar se puede afirmar que, el progreso
humano se fundamenta en la A.M en el sentido más amplio. La mayor parte de los
logros que han proporcionado continuidad , y a la postre historia, a los
hombres se basan en la reciprocidad de favores y servicios. No obstante, más
recientemente, la A.M. como movimiento,
ha cogido una renovada fuerza gracias a la difusión del voluntariado
social entre nosotros. En una época como la actual, donde los medios virtuales
para encontrar a los demás son tan abundantes, han reverdecido las dos
actitudes de fraternidad más antiguas que se conocen. Y hemos de alegrarnos de
que sea así, pues nos permite que en el
último tercio de la vida, donde el tiempo libre está más presente, podamos
ejercer ambas de manera más generosa.